El entredicho es una categoría social en la que las lealtades de la persona para con su Señor se han puesto en duda, resultando en una vigilancia constante y o la exclusión de dicha persona de las actividades y responsabilidades más delicadas.
El entredicho suele acarrear un rechazo por parte del resto de la sociedad, pues se considera la antesala de la traición (normalmente castigada con la muerte).
En el caso de Hálecs de Roy, Laudia de Ferrantia y Lúdor de Dalva, el entredicho les supuso la pérdida del derecho a portar las bandas de las hermandades. Fue ejecutado por el guardián Serian, no por el Señor Rogen, tal vez por el estátus especial del que gozan los magos en la sociedad de Élimbar.